viernes, 6 de marzo de 2009

Nemesio



Ya le lloré, ya me despedí de él, ya me resigné. No lo enterré porque todavía tengo la ligera esperanza de que Luis lo rescate, como un náufrago perdido en el mar de después de la finisterra, y me traiga los despojos de la información perdida de mi Nemesio (así se llamaba), mi disco duro.
Estoy sufriendo como una viuda la pérdida; si en el preludio de su muerte–desaparición–demencia le lloré implorando al Santo Niño de Zongolica, gritando con los ojos abiertos al cielo ¡¿por qué yo?! ahora tengo dentro la ira de la viuda que se entera que el difunto no había pagado la tenencia ni el predial desde 1968, un hijo en cada colonia (cinco de ellos con carro del año) una concubina más joven y más buena con la que vivía en amasiato en una casa chica más grade que la mía y además, que le iba al América.
Porque con la muerte de Nemesio, ahora hay que configurarlo todo; desde el iTunes hasta el Firefox. No puedo ver mis peliculitas bajadas de internet con terminación .wvm, perdí todos mis bookmarks (hasta el de la Nena Mostra), todas mis notas, los emails de mis cuates desde hacía cuatro años… he perdido todo, y como una viuda, solo me queda el berrinche de que el bruto del finado haya muerto sin seguro de vida.
Cuando era escolar (así me llamó el doctó cuando me sacó mi primer pasaporte para ir a su pueblo: “tú ere escolá, cuando tu valla a la univesidá, entonce tu va a sé etudiante”) todo lo apuntaba en un cuaderno Scribe, forma francesa de espiral y doble raya con margen; nada se perdía. Después crecí y el doctó me dejaba grabar cassettes en su hermoso tornamesa y su doble deck, que nunca perdían la información ni les entraba ningún virus. Tenía una regla de cálculo donde aprendí a sacar el seno de teta y que conste que estaba en segundo de secundaria. La mejor wikipedia se llamaba “La Gran Enciclopedia del Mundo”, tenía veintidós volúmenes, dos apéndices y un prólogo de ciento veintisiete páginas escrito por Juan Ramón Ximenes Pidal; había en el lomo del tomo siete una palabra aberrante: Gutapercha. La tecnología más difícil de usar eran los acordeones cifrados que aprendimos a hacer mi amigo César Galera y yo, e introducíamos en el barril del fechador de un reloj viejo con las fórmulas de física en los exámenes.
Hoy, se te olvida el celular y regresas angustiado a buscarlo a casa. Se te muere un disco duro de tu computadora y pierdes el último año de tu vida, con tus cuentas, tus cuentos, tus datos, tus recuerdos y tus ambiciones de por medio.
Soy más antiguo que moderno.

9 comentarios:

-NaTs- dijo...

cada vez dependemos más de las máquinas.. aaaaaaaaaaaaaaaaa....

Qué triste lo de Nemesio ....

fonch dijo...

mi estimado recuerdo con este evento a confucio.... Mas vale una tinta palida que una memoria brillante......esto es para ti y para Gates....

Un abrazo

La Nena Mounstro dijo...

yo también prefiero la old school solo que la tecnología nos supera, yo quisiera seguír sacando fotos con una camara manual, de esas que le tenías que dar la vuelta para que corriera el royo. Eso de essperar dos dias para que te las entregaran era re lindo, solo para darte cuenta que en TODAS tenías un dedo. Pero no importaba, tenías albums y albums llenas de ellas

Ahora tengo 457689 fotos regadas por todas mis carpetas, no se donde estan unas ni otras, tengo un album virtual en Kodak Gallery, y mis fotos ya no quedan manchadas con las huellas digitales de quien las veia.

Me gustaban las cartas que mi amiga La Flaca me mandaba desde Mochis cuando nos separaron en 4 de primaria, recibír las postales de mi amigo Antoine desde París donde me contaba en 3 linas lo que estaba haciendo, las cartas de mi amiga Monica en Londres...ahora resulta que tengo 3456 amigos que me llenan mis buzones de pura basura.

No hablar de mi musica, que preferia gastarme mi dinero de mi semana en un cd de Damn Yankees ( ya se, apestan) a comer lunch, y ahora tengo 858592.8900 archivos de musica gratis.

Lo que jamás permitire que me suceda es leer libros por internet, 1) por que terminaria con las retinas quemadas
2) por que no puedo subrayar y anotar en ellos
3) por que no podría llenar mis libreros

perder tu disco duro efectivamente esta DE LA RIIIIAATAAAA

La Nena Mounstro dijo...

chet...me di cuenta que puse ROYO en lugar de ROLLO

Anónimo dijo...

saludos, pasando a conocer y aprovechando para saludar.

LUCAS dijo...

Mi resignado Zorombas y dolientes que le acompañan:

Lamento profundamente decirle que su disco duro sigue en coma. Después de someterlo a un tratamiento de criogenia y colocarlo con un jorongo de hielo en una interfase, siguió "clickeando" un estertor de muerte.

No hay mucho mas por hacerle, pero la esperanza sigue, esa no muere.

Si ocurre un milagro, le aviso para que le cuelgue una medallita a San Transitor o de perdis, a San Afagón.

RIP.

Doña M dijo...

Zorombas!!!! No sabes qué ansiedad me dio!!! Tu disco duro!!! Me da una tristeza que me dan ganas de tejerte mil cositas.

Chale... ¿A dónde te mando una caja de CDs para que hagas respaldos?

Dese una vuelta por mi bló, que se lo dedico esta semana.

Beso grande y lamento mucho su pérdida.

NanaMiranda dijo...

Mi hermoso,

No sabes la tristeza que tengo por ti....le lei tu nota a mi "consorte" y le dije que me tiene que hacer un backup!!! pero pa mañana es tarde! yo me muero con tu mi Nemesio si eso me pasa!! ayyyMiguel que tragedia! lo siento mucho. QUe vaina que ahora en este tiempo no podemos vivir sin PC, sin celular, sin hotmail, sin toda esta tecnologia que me embiste pero sigo ahi, puyandola aunque me saque los ojos.
Te quiero mucho y comparto tu luto.

Miguel Miranda dijo...

Pequeña Nats: Gracias por su condolencia.

Fonch: nada más cierto que un buen proverbio.

Mi Nena Mostra, qué le digo? continúo devastado.

Don Angel: Muy bienvenido, espero verlo por acá muchas veces. Ya me daré una vuelta por su bló.

Mi Luis, tú eras mi última esperanza... gracias por todas tus artes de resucitación.

Doña Eme: Mil gracias por su post, casi lloro. Me encantaron sus agendas. Es usté lo mátsimo, como dice la Nena.

Nana divina, eres hermosa! te mando un beso grande grande grande!