lunes, 26 de mayo de 2008

¡Fuera ropa!

Hoy en Nocturno 22 estrenamos un nuevo formato donde no habrá música de un solo autor como lo hacíamos siempre, sino varias melodías alrededor de un tema. Para comenzar, que mejor que darle paso a la sensualidad de dejarse ver, o de simplemente, ver: música para quitarse la ropa, con una bonita selección que va desde Dámaso Pérez Prado hasta Boots Randolph & Richie Cole pasando por los Squirrel Nut Zippers. La música es el pretexto para dejar ver esos secretillos que cada cual tiene por ahí; ya lo dijo el filósofo: "nadie sabe lo que tiene... hasta que lo ve en bikini". Así que, para deleite de los cuatro estoicos radioescuchas de Nocturno 22, les dejo este clásico y fino streap tease de Lola Bel Air, en un bonito número con música del inolvidable Dámaso Pérez Prado. Para fines meramente didácticos, queda claro una cosa: no es lo que enseñes, sino cómo lo muestres. Disfruten.


¡Olé Payo!



El lunes 19 me dirigía a comer a casa, cuando en el radio del auto me entero que Octavio García "El Payo" habría cortado una oreja en Las Ventas de Madrid, de no fallar con la espada, además de recibir una cornada de 15 centímetros en una pierna. A Octavio no lo conocía ni sabía de él, ya que desde que vivo en Cancún he estado un tanto alejado de los ruedos; nunca fue más literal y menos taurino, además de que para los medios deportivos de este país, está visto que solamente existe el futbol. De cualquier modo, y dado a que la afición no se me irá nunca del alma, me he puesto a investigar llegando a muy interesantes conclusiones: Octavio García es un muchacho queretano, apoyado por la empresa Tauromagia, que apodera a él y a otros tres novilleros, con la esperanza de sacar un torero triunfador que se convierta en figura y levante nuestra maltrecha fiesta. Por lo pronto, después de un debut más que interesante en Madrid en la feria de Ocho Naciones en septiembre del 2007, se ganó a ley la novillada del lunes 19 de mayo en la que alternó con Daniel Martí y Pepe Moral, toreando novillos de La Quinta. Al parecer su lote se dejó meter mano con los resultados ya expuestos arriba, y de cuya corrida dejo un video con la edición precisa de su participación en su primer novillo y su desafortunado percance. El Payo tiene clase y personalidad, se ve que conecta con el público, lo cual tiene mucho mérito conociendo la sapiencia del tendido madrileño. Así es el mundo de los toros y por lo mismo, el muchacho que ha derrochado arte y valentía, tiene patas para gallo y reaparecerá pronto en tierras españolas. Quiera Dios que triunfe y ponga en alto el nombre de nuestro país, pues estamos escasos de arruzas y gaonas.
En mis investigaciones taurinas, dí con el fabuloso blog de fotos de Manon, al cual le he robado la foto que ilustra el inicio de este post; Manon es un extraordinario fotógrafo además de crítico taurino y su blog merece una visita.

lunes, 19 de mayo de 2008

La misión posible de Lalo Schifrin


Hoy en Nocturno 22 y para solaz de sus cuatro fieles radioescuchas (sin contar a los papás de Aldo) un disco muy interesante de Lalo Schifrin. Son pocas las oportunidades de escuchar o ver a este extraordinario músico dado que su producción se ha orientado más hacia la música de películas y televisión. Este disco, grabado en vivo en el Blue Note de Nueva York en el 2003, muy recomendable para los amantes del buen jazz, tiene como hilo conductor una sesión en vivo donde se paladean varios ritmos intimistas propios de un club; cosa poco usual en la trayectoria de Schifrin, quien como ya he dicho, su producción se concentra más hacia la música orquestal de cine y televisión. Como dato cultural, Lalo fue el responsable de los arreglos musicales de los Tres Tenores, logrando con su participación el toque de la música clásica con la popular y que mucha gente se interesara por la música de concierto. Desafortunadamente no encontré un testimonio en video de este disco, sin embargo, a continuación se puede observar a Lalo Schifrin haciendo posible lo que mejor sabe hacer. Disfruten.


viernes, 16 de mayo de 2008

Zorombático censurado

Hoy camino al trabajo, escuché en el radio a un publicista gringo cuyo nombre no recuerdo pero era de la agencia Saatchi & Saatchi; habló en algún simposium en Monterrey, me parece. Yo no puse mucha atención porque iba manejando, muy concentrado en pelearme con los taxistas mononeuronales que abundan en esta ciudad. Pero hubo un punto en que irremediablemente paré la antena: "El 95% de la publicidad en México no sirve, porque carece de emotividad" dijo el publicista gringo cuyo nombre de plano no se me grabó en el disco duro. Lo que quedó registrado posteriormente fue lo que siguió: "la publicidad que se hace en México es excelente en cuanto a estrategia, objetivos, plan de medios, creatividad y hasta en alcances, lo que no funciona es que no es emocional". Entonces me quedé pensando: "Zorombas", me dije a mi mismo, "¿no te rebotan tus anuncios por exceso de emoción?", "oh, si", me contesté.
Mientras tanto, aquí les dejo mis más recientes trabajos censurados y hasta ahora inéditos. El primero es un self promotion para generar visitas al sitio en internet; el juego de palabras radica (para traducir a mis queridos lectores de Shrewsbury, Bostwana, Yokohama y Chicoutimi) en que "al ratón" es "al rato" o "en un rato", en un momento. Fue descartado por poco serio. El segundo tiene la maldad implicita. No duden en buscarla, pero con cuidado. Este sí estaba condenado al fracaso desde su concepción, pero confieso que disfruté mucho el coito creativo. ¿Deberé darle el privilegio de la duda al publicista gringo por el momento, debido a la falta de argumentos?

miércoles, 14 de mayo de 2008

Buenas cochinadas


En su última gira a su pueblo, Karmelita me trajo dos libros que compró en el aeropuerto. Me llamaron la atención inmediatamente; uno era "Cuentos porno para apornar la semana" de Hugo César Moreno (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2007) y el otro "Trilogía sucia de la Habana" de Pedro Juan Gutiérrez (Anagrama, 1998). Tal vez fue lo prometedor del título de los sendos ejemplares, ya que los autores no me decían absolutamente nada. Comencé con "Cuentos porno para apornar la semana" pero no llegué al final. Moraleja: no confíes demasiado en el título; recordé cuando era un chavalillo en plena edad de la punzada y veía las carteleras de los cines con nombres sugerentes, que al final, cuando lograba entrar a escondidas y burlando la vigilancia, descubría que la película no contenía la cantidad de etanol que mis mocedades requerían. El libro, escrito por un becario del Consejo Nacional para la Costura en las Tardes... perdón, para la Cultura y las Artes, careció de mi interés a la vuelta de unos cuantos cuentos; me pareció trillado y repetitivo, un cartabón entre la generación Beat y el escritor de Chanoc.
Karmelita estaba a punto de no volver a viajar nunca más en avión a su pueblo si el siguiente libro estaba igual, pensé yo. Pero sobrevino el milagro: desde el primer cuento, Pedro Juan desnuda la Habana vieja y te la entrega completita: encuerada, negra, hambrienta y sin ambajes, con toda su miseria añejada en 35 años de revolución. Un libro de narraciones duras, sucias hasta lo pornográfico y con un humor surrealmente cubano. Narraciones que ponen en manifiesto la vida cotidiana de los cubanos pobres (¿habrá otros?) durante la peor crisis vivida en Cuba después de la revolución, en el año 1994, todo esto sin hacer mención de Fidel ni de dirigente alguno. Pedro Juan ha sido publicado en España y traducido a varios idiomas, pero nunca se ha leído y mucho menos vendido en Cuba. La crítica le tilda como el Bukowsky tropical, a lo que ha respondido que solo escribe para expresar una voz marginal.
Si a tí, amigo lector, lectora, te gusta (y no te asusta) lo que va más allá de Corín Tellado o Carlos Cuauhtémoc Sánchez, lee este libro y disfruta de las pasiones cubanas en la peor crisis de su historia: una disección precisa de la Habana que va del erotismo a la violencia, la música y el sexo, la locura y la pasión. Cochinadas puras, extraordinariamente bien escritas. Si por el contrario, te gusta la literatura aséptica y de moraleja, lee a Coelho.
No cabe duda que Karmelita seguirá viajando en avión.

lunes, 12 de mayo de 2008

Tito y los timbales

A Tito le decían el "Rey del Mambo" sus amigos y connacionales de Estados Unidos, yo me quedaría más con "El Rey" solamente, para no pisarle los callos a Dámaso Pérez Prado y también no molestar el eterno descanso de otro rey, Beny Moré. Si me apuran, otro más: Daniel Santos, más cercano al principado que a la monarquía. Tito Puente es el ejemplo puro del latino nacido en Estados Unidos que conserva todas sus raíces intactas y las aprovecha para crear un estilo muy particular. Tito, es sin duda ninguna, el papá del jazz latino y precursor, inclusive, de la salsa, que nació en Nueva York en los setentas y es la hija ilegítima hecha a escondidas entre el son y la guaracha. Ernesto Antonio Puente Jr. fue además el gurú de infinidad de músicos que han derivado entre el jazz latino, la salsa, el son e inclusive el rock; como Mongo Santamaría, Celia Cruz, Poncho Sánchez y Carlos Santana. Para muestra y con dedicatoria especial a los cuatro radioescuchas de Nocturno 22, este video de Tito acompañado de Hilton Ruiz en el piano, Giovanni Hidalgo en las congas, Mario Rivera en el saxo tenor, Joe Santiago en el bajo y el extraordinario flautista Dave Valentin.
Disfruten.

lunes, 5 de mayo de 2008

El inolvidable Wes


En el jazz, la guitarra es un instrumento tabú; hay muchos saxofonistas, bajistas, bateristas y desde luego pianistas, pero son pocos los que se atreven a navegar las aguas de la improvisación a bordo de su guitarra. Wes Montgomery es para mi gusto el mejor guitarrista de jazz entre Charlie Christian y Pat Metheny, y sin olvidar al gran manco Django Reinhardt.
Wes tiene algo que no tuvieron ninguno de los tres citados: vivió el momento cumbre de los grandes; los años sesentas, tocándole la colita del beep bop y los jóvenes inmortales como Miles Davis, John Coltrane, Max Roach, Tommy Flanagan, James Clay, Victor Feldman, Hank Jones, Johnny Griffin, y Mel Rhyne.
Pero como decía mi abuelita, "de lo bueno poco, mi'jito" y Wes entregó el equipo en 1968, con apenas 45 añitos y se fue con San Pedro a tocar la lira. Eso no obsta para recordarlo y recordar la maravilla que era tocando la guitarra. No hay muchos guitarristas en el jazz, y Wes es el más grande.
Dejo un videito para la hora del whisky y con dedicatoria especial a los cuatro radioescuchas de Nocturno 22. Disfuten.