martes, 30 de septiembre de 2008

Good Bye Butch

Paul Newman es uno de mis gringos favoritos. No hay una sola película de él que no me guste. Desafortunadamente, el cáncer se lo ha llevado a los 83 años. Aquí les dejo un cachito de una de sus películas, la cual es mi favorita; Butch Cassidy & The Sundance Kid, de 1969 con Robert Redford y Katharine Ross. Como dato curioso, esta fue la primera película completa y sin dormirme que aguanté en un cine, tendría yo como tres o cuatro años. La segunda fue Bambi, pero ahí si lloré.
Descanse en paz el actor de los ojos más azules del mundo.


domingo, 28 de septiembre de 2008

Los héroes del planeta


El sábado, mi consorte me espetó una pregunta que me dejó frío: "¿quieres ser héroe del planeta?", me lo dijo así, con cara de Batichica viendo a Bruno Díaz. Como soy un hombre de acción (y de axiomas) no medité un segundo en el "¿qué hay que hacer?". Se trataba de ir con algunos amigos y compañeros de su trabajo (una cadena de hoteles internacionales) a recoger basura de la playa.
Nunca me he considerado ecologista –ni ginecologista–, me cae mal todo lo que se acerca al fundamentalismo, incluso algunos pesados de Green Peace (con sus sagradas excepciones, como la chica argentina –o uruguaya, no recuerdo– que hace un tiempo hizo un hermoso y detallado streap tease), sin embargo trato de ser un buen ciudadano del mundo: nunca, ni por error, tiro basura que no sea dentro de un cubo de basura; mi consorte, que es más verde que yo para algunas cosas, se toma el tiempo de ir a tiraderos especiales de PET con los residuos ya separados, y en general procuramos ser respetuosos con el ambiente. Nada del otro mundo y nada que sea complicado de hacer.
Así que el sábado en la tarde ahí estábamos, en Playa Delfines, la playa pública más grande de Cancún (sólo hay cinco públicas, aclaro). Cada uno tenía tres bolsas plásticas para separar los desechos, comencé por unos matorrales que hay en una hondonada y a la vuelta de quince minutos ya llevaba las bolsas a la mitad. La lista es interminable: colillas de cigarro, botellas de todo tipo, latas, restos de comida, servilletas, arandelas de cerveza, vasos y muchos, muchísimos restos de unicel, taparroscas en cantidades exorbitantes, suelas de zapatos y una lista interminable de cosas inverosímiles como pipas de crack, condones y tampones.


Encontramos gente de todo tipo; desde la que te ayudaba levantándose del lugar donde estaba y colaboraba, hasta zarampahuilos mononeuronales que arrojaban basura hacia ti, como diciendo "que bueno que pasas por aquí, para que hagas lo que a mí me da pereza".
Y así, seguimos levantando objetos rumbo al sur, caminamos cerca de tres kilómetros y medio, con el atardecer como telón de fondo en la pizca de residuos generados por los humanos.
Las playas de Cancún, que es una barra arenosa desde Punta Cancún hasta Punta Nizuc de unos diez kilómetros de largo, ya han resentido los efectos de la erosión, parte por los huracanes y parte por el calentamiento global. Lo que hace treinta años eran playones vírgenes con selva y laguna del otro lado, ahora son playas estrechas con arena reducida (en algunos casos se ha tenido que "sembrar" arena por medio de dragado) y muchas piedras. A pesar de todo, las tortugas que han desovado en estas playas por miles de años lo siguen haciendo. Estos mansos animales siempre regresan a desovar al lugar donde nacieron, entonces, una tortuga que por ejemplo, esté en plena madurez (como de 45 años) regresará siempre al mismo lugar donde nació a enterrar sus huevos, para que la arena cálida y húmeda incube una nueva generación de quelonios. Y ahí estaban ellas; en nuestro andar dimos con varias nidadas de tortuguitas que justo estaban naciendo esa tarde. Afortunadamente, hay un programa de conservación de la tortuga marina entre los hoteleros y el ayuntamiento: los hoteles de las zonas de desove protegen, clasifican y resguardan los huevos hasta que estos eclosionan, luego son liberadas las tortuguitas al anochecer de ciertos días en que la ocupación valga la pena para hacer el show. Esto da cierto margen de maniobra a las pequeñas tortugas porque, aunque haya turistas (y niños) no se permiten fotos con flash, no hay gaviotas y se allana el camino hacia el mar. De cada mil tortuguitas liberadas, solo cinco en el mejor de los casos, llegará a la madurez.


Entrada la tarde, los doce de la tribu llenamos los formularios del programa internacional Ocean Conservancy, el cual promueve la conservación saludable de las playas y los océanos además de oponerse a las prácticas que amenazan vida del océano.
Entregamos aproximadamente setenta kilos de basura a las autoridades del Westin Regina, mayormente envases y pedazos de plástico y unicel.
Yo no era ambientalista, ni verde, ni ecologista y mucho menos ginecologista, pero como tengo bien claro que voy a vivir por lo menos hasta el 2036, fecha en la cual me estaré dando de baja voluntaria, me gustaría ver el mundo ya no mejor de como está, por lo menos igual.
Y con toda esa horda de gañanes que tiran basura en las playas o en cualquier lado, habrá que hacer alguna ley para que dejen de hacerlo. Mi amigo Erick y yo, hace muchos años, planeamos la "ley garrote": tiras una lata de cerveza en la calle o en la playa, entonces un policía igual de animal que tú te dará un garrotazo, lo vuelves a hacer: dos garrotazos... y así, exponencialmente. Estoy seguro que funcionaría. Piénsenlo. Para ya no hacer corajes, aquí les dejo un trocito del mar de Cancún.

10 Mujeres imaginarias


1. Úrsula Inguarán. La abuela imaginaria de todos los aurelianos de Macondo. Tengo varias tías colombianas que traen consigo ese gen de Cien años de soledad. La vieja, la añosa Úrsula, es uno de mis personajes favoritos, no solo de la novela, sino de toda la obra de García Márquez.

2. La Princesa Lea. Pertenezco a la generación de Star Wars, eso puede explicarlo todo. Aún así, me atrevo a pensar que George Lucas es el creador de una nueva estética femenina a través de sus películas.

3. Lulú. No la Pequeña Lulú, sino la Lulú de grosella. Era un refresco que ya no existe y tenía como ilustración a una niña cachetona que tenía cierto parecido a Betty Boop. Había de grosella, mango, naranja y limón. Conservo en mi cantina una botella de Lulú de grosella familiar desde 1992, la conseguí para apantallar a una novia de entones y ha permanecido conmigo desde esos años.

4. Lara Croft. El jueguito de vídeo era bastante mamón, pero cuando lo hicieron película y Angelina Jolie se convirtió en Lara, me volví fan. Aunque la peli es un churro, el personaje tipo Indiana Jones estrogenado me gustó. Y mucho. !Mami¡.

5. Camelia la Texana. Me encanta la canción "Contrabando y traición" de Los Tigres del Norte. Camelia, la novia-acompañante-movida de Emilio Varela, está excelentemente bien contada para ser canción. Resume muy bien lo que puede hacer una norteña herida. Y no necesariamente tiene que ser norteña.

6. Teresa Mendoza. Hablando de norteñas. Teresa es un personaje de Arturo Pérez Reverte en "La Reina del Sur". Es novia de un "mula" que matan y se convierte en narca en España, la novela es buena y Arturo recarga todo el peso en su personaje. Lo mejor de Teresa es imaginarla.

7. Julieta Capuleto. Siempre me gustó el personaje por ñoña y por tarada. También por entregada. Se me hace que era medio mustia. Pero si, muy mensa. ¿Por qué diablos no despertó antes la subnormal?.

8. Jessica Rabit. Ufff, la mujer perfecta hecha dibujo. Le preguntaron una vez por qué andaba con Roger, se limitó a contestar que la hacía reír mucho. Esta afirmación me hace pensar que tiene vida propia. Jessica es mi dibujo favorito, sin duda ninguna.

9. Tanger Soto. Otro personaje femenino de Arturo Pérez Reverte, Tanger es la coprotagonista de "La Carta Esférica" junto a Coy, un marinero sin barco. La novela es mi favorita de todo lo que he leído de Pérez Reverte hasta ahora, y Tanger, la mujer imaginaria que me ha hecho soñar con ella más de una noche. En palabras de Arturo, Tanger simboliza a una y a todas las mujeres del mundo.

10. Mafalda. Mi favorita. Mafalda es lo máximo. Aunque haya vivido de los seis a los diez años y las condiciones de su muerte hayan sido confusas, Mafalda se ha vuelto inolvidable. Si viviera sería una respetable señora de cincuenta años, mas o menos, seguiría siendo clasemediera, hubiese sido traductora de la ONU, habría fumado mariguana más de una vez y tal vez se hubiese metido en ondas ambientalistas. Me han contado que en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires, se puede visitar el lugar dónde nació. Un día voy a ir.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Desfiguros

Este billete me lo pasó mi amiga Christine Mc Coy. Espero que en los nuevos billetes de nuestros pesitos mexicanos no veamos desfiguros como a Sor Juana bailando en un téibol dance, o a Cuauhtémoc asaltando a un soldado español...

viernes, 19 de septiembre de 2008

1985



– Nos van a dar Los Pinos
– No, mejor que De la Madrid nos de la casa de Durazo.

Los interrumpió una risa áspera, con tristeza, casi sin sentido; el grupo de damnificados conversaban a las puertas de la sala dos del albergue de Peralvillo. – Hoy pasé por Tepito y está acabado – me comentaba un hombre al tiempo que una señora (más tarde sabría que se llamaba Elisa) hablaba con tristeza de su marido que no había visto desde el miércoles. Dieron las diez de la noche, cada persona marchose a dormir en la galera que hacía las veces de dormitorio y que albergaba en severa promiscuidad docenas de hombres, mujeres y niños. Me quedé solo en la puerta de la "sala", era el domingo 22 de septiembre; habían pasado cuatro días ya cuando la naturaleza dejó caer su furia incontrolable en nuestro querido país tercermundista; al comprobar que se caía mi librero y no estaba mareado, eché a correr al jardín tras el grito de "¡está temblando!". Mi perra tenía miedo igual que yo, pronto vi a mi madre y a mi hermana que, como ebrios se dirigían a mí. Un cortocircuito en el transformador de la calle, el suelo no dejaba de moverse, pensé en mi padre y en Marcela, mi hermana la chica, que habían salido al trabajo y a la escuela minutos antes. Pasó todo. Levanté los tanques de gas y las macetas (o lo que quedaba de ellas), vino el té de yerbabuena y el clásico "Miguel, mijito, debes de aprender a controlarte en estos casos" de parte de mi madre. Recordé también que al oír la radio de pilas pensé en Dios (o como lo quieran llamar) pero volví a la realidad cuando el corrupto y panzón policía que estaba en Av. Cuauhtémoc no dejaba pasar a mi padre que solo quería ayudar a rescatar a sus compañeros atrapados en el edificio de médicos residentes del Hospital General. Recordé y recuerdo todavía el llanto de Marcela al saber que habían muerto sus compañeras de clase y su maestra. Ese domingo en el albergue de Peralvillo, habíamos muchos jóvenes, muchos chavos que queríamos hacer algo por nuestros hermanos que solo les quedaba su vida; el hacer algo por ellos, aunque fuera una palabra de aliento, no te lo robaría ni el corrupto pri-gobierno, que asesinó a tantos empleados gubernamentales en esos arcaicos y mal construidos edificios, y que han hurtado cínicamente la ayuda exterior y el dinero del mentado fondo de reconstrucción. Después de la tempestad viene la calma, dice el refrán, a darnos cuenta de que estamos vivos y si estamos así debemos aprovechar la vida, que puede ser corta o larga, pero aunque parezca larga siempre es corta, a trabajar duro y a salir adelante, que del gobierno... de ese nos encargaremos nosotros, los chavos.

"Mi sentir durante el sismo"

26 de septiembre de 1985, Ciudad de México.


Lo de arriba fue una tarea que nos encargó el profe de inglés en 5to de prepa. Me dijo que iba a buscar la manera de que lo publicaran en el periódico, pero creo que no lo quisieron ni en el periódico mural de la Prepa 5. El texto está copiado íntegro del original; unas hojas amarillentas de un cuaderno Scribe forma francesa que me encontré el otro día limpiando el closet. Aunque difiero en algunas partes en cuanto a su redacción y sintaxis, en esencia sigo pensando lo mismo, pero el tiempo me alcanzó veintitrés años después.

*Foto: Andrés Garay

martes, 16 de septiembre de 2008

Sentencia de Muerte


Ayer fue 15 de septiembre y le envié un mail a mi prima Nana. Le comentaba que era la noche a la víspera de las fiestas de Independencia en México, pero que estaba enojado con la situación que estábamos viviendo los mexicanos; inseguridad, secuestros, impunidad, crimen, narcotráfico exacerbado. Vi la ceremonia del grito en el Zócalo capitalino por televisión y me dormí.
Hoy he amanecido con una desesperanza que me invade. Un ataque terrorista en Morelia ha matado a nueve personas y dejado heridas a más de cien.
Uno o varios imbéciles han estallado granadas de fragmentación en pleno festejo del "grito" de la independencia, justo cuando el gobernador del estado de Michoacán terminaba de arengar a la población reunida en la plaza de la ciudad de Morelia.
A el "grito", que es una tradición desde los tiempos de Santana en las postrimerías del siglo XIX, va gente del pueblo. Junto con la navidad y el día de la Virgen de Guadalupe, me atrevo a decir que es uno de los días más importantes para los mexicanos.
Justo la noche del grito, sobreviene el primer ataque terrorista a civiles en nuestro país.
Ha muerto gente del pueblo, gente inocente que tal vez no tenía dinero para comprar una botella de tequila y hacer una fiesta en su casa convidando a sus amigos. Gente que decidió quedarse en Morelia antes de emigrar a Estados Unidos*. Murieron sin saber por qué, y su sangre se derrama sin ninguna causa, sin bandera, bajo las esquirlas de granadas anónimas, cobardes, asesinas. ¿Cuántos más habrán de morir?, ¿de qué ha servido la "lucha" del gobierno ante la inseguridad?, ¿cuándo va a recuperar el control -si es que algún día lo tuvo-?, ¿quién o quienes están detrás de todo esto?. No lo sé, tal vez nunca lo sabremos, pero a partir de hoy, la sociedad civil ha perdido la última reserva de inocencia.
Hoy estoy muy triste. Pero también muy enojado.

*Michoacán es el estado con mayor índice de migración a Estados Unidos.

lunes, 15 de septiembre de 2008

10 mujeres que ya no están...


...Y con quienes me hubiese gustado conversar

1. Lady Di. La güerilla tenía lo suyo; después de ser tan ñoña, al casarse con el Príncipe Carlos supo enfrentarse a la reina y jugar su propio partido, cayó en cuenta de que su marido era un paleto y encaró la situación de manera precisa y con el tiempo, hasta elegante. Pero llegaron los paparazzos. ¿Cómo hubiera tomado la reina, la corte y todos los británicos un embarazo de Diana de un musulmán?. Tal vez el Reino de la Rosa no estaba preparado para ello.

2. Teresa de Calcuta. Dicen que era pequeñita, muy pequeñita, y que dormía muy poco. Dedicó su vida a la caridad y a la asistencia de los demás, literalmente. No dudo que existan las personas buenas al cien por ciento, pero ella fue emblemática. Ojalá siga inspirando a varios.

3. María Sabina. La Nena Mounstro me la ha recordado. Fue la Madre Teresa de los que quisieron explorar su interior. María Sabina Magdalena García fue una indígena mazateca sabia, que navegaba sin ningún problema entre las dimensiones de lo real y la quinta dimensión de la ilusión. María Sabina dominaba el poder de los hongos alucinógenos y les llamaba "los niños" o "los angelitos". Desafortunadamente, mucha gente se va con la finta del morbo alucinógeno, pero ¿qué sería de la humanidad si aprendiéramos a conocer las fronteras de nuestra mente a través de los hongos? María Sabina lo sabía pero ya se fue. Platicaron con ella Lou Red, los Beatles, Bob Marley, los Rolling Stones, Aldous Huxley y hasta Walt Disney. Yo no llegué, lástima.

4. Toña la Negra. La mejor intérprete, sin duda ninguna, de Agustín Lara. María Antonieta del Carmen Peregrino Álvarez , veracruzana de cepa, fue el pilar donde desembocaba toda la música del gran Agustín, en tiempos donde las mujeres en México no tenían ni siquiera derecho al voto. Dicen que siempre estuvo enamorada del "Flaco de Oro", pero aquel andaba en otros asuntos, con otras peregrinas no tan negras. Murió en 1982, casi de 70 años, de un infarto al corazón. Una intérprete increíble, nada que ver con Yuri y otros esperpentos jarochos.

5. Maria Calas. La contraparte de Toña en el sentido de una voz cultivada y no montaráz. La Diva es poseedora de algunos mitos, como aquel muy conocido de que se tragó una solitaria (taenia pisiformis) para poder adelgazar sin dejar de comer. Es considerada la soprano más grande de todos los tiempos, pero su vida fue un desastre; tuvo fama y fortuna, pero dicen los que saben que nunca tuvo amor del bueno: simplemente el sapo de Onasis la desechó como un harapo cuando se le apareció Jackie Kennedy, inaugurándose como viuda alegre. Murió, cosa curiosa, un 16 de septiembre de 1977 y está enterrada en el célebre cementerio Père Lachaise, su tumba está muy cerca de la de Jim Morrison.

6. Janis Joplin. La bruja cósmica. Otra cantante y otra abnegada diva sin amor. Podría ser la contraparte de la Calas, en cuanto a tesitura y género musical y paisana espiritual de Toña la Negra. Dicen que la Janis era fea como pisar un moco descalzo y de ahí devinieron todos sus complejos, que a pesar de ser la reina de los hippies sucumbió ante el poder de las drogas y murió por una sobredosis de heroína. Una vez dijo para la revista Rolling Stone "hago el amor con 25 mil almas en el escenario y vuelvo a casa sola". En 1970 la brujita dijo it is already enough y entregó el equipo, dejando como testamento seiscientos dólares a sus amigos para que hicieran una fiesta desenfrenada.

7. Lourdes Guerrero. Cuando era un chavalillo, la veía todas las mañanas en el noticiero "Hoy Mismo" donde compartía créditos con Gillermo Ochoa Lourdes era una periodista sensata y combativa. Murió en 1997 a consecuencia de un cáncer de pulmón. Es célebre el vídeo donde anuncia el temblor de 1985.

8. Katy Jurado. María Cristina Estela Marcela Jurado García es la abuela cinematográfica y ejemplo a seguir de Salma Hayek. Cuentan los que saben que a los quince estaba hecha un bombón, pero ella quería ser torera. Debutó en "Nosotros los pobres" al lado de Pedro Infante y de ahí a Hollywood, donde apareció en un sinfín de películas; mi favorita es "High Noon" con Gary Cooper y Grace Kelly. Katy tiene un papel secundario, pero se lleva de calle en personalidad y talento a la rubia Grace. De vuelta a México hizo algunos papelillos no tan memorables como en "Bajo el Volcán" la última película de John Houston y filmada casi por entero en Cuernavaca, donde paradójicamente, la tapatía moriría en el 2002.

9. Miroslava. Miroslava Šternová Beka, mejor conocida como Miroslava Stern y en las pantallas simplemente como Miroslava, era rubia natural pero se pintaba el pelo de azabache para confundirse con la maleza. Llegó a México en plena segunda guerra, huyendo de los nazis en Checoslovaquia. De familia acomodada, no se acomoda a la sociedad de su época y su padre la manda a Nueva York a estudiar artes y decoración. De regreso a México le nombran reina de la primavera en el Country Club y de ahí deviene el deseo de ser actriz. Protagonizó más de treinta películas de diversa factura; desde churros de charros contra gángsters hasta pequeñas obras maestras como "Ensayo de un crimen" (Luis Buñuel, 1950). Se casó muy enamorada de Jesús Jaime Gómez Obregón, mejor conocido como "El Bambi", pero éste, como su apodo indica, bateaba de zurdo, por lo cual Miroslava tuvo que darlo de baja en su line-up. Llega a su vida Luis Miguel Dominguín, hijo y nieto de toreros y con fama de no dejar títere con cabeza; era un mujeriego empedernido. Además, pasaba por su mejor momento en esos años y era el mejor clavando banderillas. A Miroslava la invita a pasar unos días a su finca en Andalucía después de enamorarla en México, a lo cual la checa accede (al viaje y a todo lo demás, ¿quién se le iba a negar al matador?) y el torero le dice algo así como "carita gitana yo só aqué que va a compartí cama y macarrón pa to la vía contigo". Y de regreso a América, doña Miroslava se entera de que don Luis Miguel se casa con Lucía Bosé (con quien finalmente compartiera macarrones y, a la postre, o de postre, más bien dicho, naciera Miguel, Miguel Bosé). El desenlace acontece en Kepler 83, colonia Polanco, departamento donde Miroslava Stern se empujó tres martinis con algunos barbitúricos de botana. Su cadáver fue incinerado días después en una escena probablemente muy parecida a "Ensayo de un crimen" donde un maniquí de cera que representa a Miroslava con un bonito pullover negro, se derrite lentamente en un horno.

10. María Félix. La Doña, punto. En mis mocedades recuerdo una vez que la entrevistó Paco Malgesto, ella simplemente dijo: "yo no me creo la divina garza... YO SOY la divina garza". La Félix representa la actitud de una verdadera diva, una mandona de lo que hacía y cuyo reino abarcaba algunos otros cotos de caza. Nadie se le puede comparar a ella en cuanto a despliegue de soberbia y arrogancia más allá de la pantalla. Como actriz no creo que supere a la misma Katy Jurado o a Dolores del Río; tenía voz de camionero ronco de Amealco, era torva en sus actitudes y nunca fue verosímil en las escenas de amor. Sin embargo supo crear su propio y verdadero personaje: María Félix en el papel de María Félix. Murió el mismo día que nació, el 8 de abril del 2002. Punto final.

viernes, 5 de septiembre de 2008

10 mujeres con las que me encantaría tomar una copa [o algo más].


10. Sheryl Crow. Sus rolitas siempre, bajo cualquier circunstancia, me ponen de buen humor. Me encantan porque es mayorcita y talachera, es decir, nunca ha quitado el dedo del renglón y ha trabajado duro. Hija de músicos, comenzó como corista y ahora, a sus 46, es una respetable rockstar. No sé mucho de ella pero no se me hace nada tonta. Con ella me tomaría una jarra de cerveza Foster's bien fría en un bar bien gringo. Debe de tener buena plática, o por lo menos, buenas anécdotas.

9. Guadalupe Loaeza. Algunos me dirán: "Zorombas, no seas güey, ¿cómo ella?, mejor a su hermana Soledad, que es más inteligente y profunda", pero no, no y nó (con acento en la ó), Guadalupe tiene el encanto de las amigas popis de mi mamá que tanto me gustaban cuando era adolecente. Cuando leí "Las niñas bien" hace ya varios años, me divertí como loco y devoré el librito, después descubrí que lees uno o dos de ella y ya leíste todos. Maribel me prestó "Confieso que he leído Hola" en Querétaro, lo comencé a leer en el avión de regreso a Cancún y cuando llegué a casa lo regresé con su dueña. No más ya no me entró. Sin embargo, me encantaría tomarme un martini con la reina de Polanco. Ha de saber unos chismes off the record increíbles. Es muy simpática y debe tener una plática para echar chal, de lo más sabrosa.

8. Paquita la del Barrio. Aclaro: con ella me tomaría un cafecito nada más y en un Vips. La señora merece una dicotomía en mí; por un lado me parece una gorda-fodonga-tía-de-las-muchachas adolorida por la vida y ardida de todos lados. Pero por otra parte, puede ser la portavoz de todas las mujeres mensas que no hayan cómo hacer para que sus estúpidos maridos pasivo-agresivos dejen de hacerles daño, siendo Paquita, el instrumento liberador de toda vehemencia no dicha. Se me hace que a la hora de platicar, la doña es tímida pero cool. No creo que odie tanto a los hombres, aunque estoy seguro de que la vida le ha pegado, y duro. Le preguntaría como le fue en el bote (estuvo en la carcel una temporadilla, por... sí claro, impuestos), aunque estoy seguro que le llovieron las amistades solidarias y se la pasó bomba en el reclu.

7. Cristina Sánchez. Aunque hubo antecedentes de mujeres en el mundillo taurino como Conchita Cintrón (rejoneadora y excelente escritora, por cierto), Cristina fue la primera que se metió a la profesión de torera en serio. La vi de novillera a principios de los noventa, cuando ambos, ella y yo, eramos jovencitos y quedamos enamorados el uno del otro, sólo que ella nunca se enteró quién era yo. Ahora Cristina está retirada porque supo hacerlo a tiempo, llevándose el palmarés de ser la primera mujer que tomó la alternativa en Madrid y en México, que estuvo en los primeros lugares del escalafón durante algunos años y que desafió al toro de un mundo, hasta entonces, exclusivo de los hombres. Con ella me tomaría una botella entera de vino de la Rioja y hablaríamos de toros y toreras.

6. Rosario Green. Para mi gusto, es la política mexicana más inteligente que ha dado este país. Conversar con ella debe ser un auténtico privilegio. Es además una mujer muy elegante. Me tomaría un whisky y procuraría estar muy atento.

5. ChavelaVargas. Uyyyy, mis respetos para la señora. Es una leyenda viviente. Aunque nacida en Costa Rica, es mexicana por toda la vida; amiguísima y compañera de farra de José Alfredo Jiménez, ha grabado un montón de discos de todas las grandes composiciones de la música vernácula; le empinó al tequila con singular alegría en un tiempo, lo que propició ciertos escándalos, además de su sexualidad ambidiestra. Joaquín Sabina la rescató a mediados de la década pasada, la retiró del mezcal y demás bebedizos y la puso a cantar de nuevo. Cuando debutó, en milnovecientos noventaitantos en el Olimpia de París, Lola Beltrán, que estaba viva todavía, declaró a los medios: "Cómo es posible que alguien que ni siquiera es mexicana cante música ranchera en París y digan que es una triunfadora, para buenas cantantes de ranchero acá tenemos a Lucerito (sic)". ¡Ay santo niño del último trago!, ¡lo que hay que ver!. La Lola moriría por ardientes quemaduras tiempo después. Pero la "Macorina" sigue vivita y coleando. Me tomaría un tequilita con ella, muy, pero muy a gusto. Salud!

4. Martirio. La descubrí hace poco; qué mujer tan fascinante. Ya sea cantando coplas, sevillanas o fandanguillos, esta mujer canta como los propios ángeles, con una pasión gitana que ha desembocado a un jazz muy natural, muy español y muy de ella. La Martirio (que en la vida real se llama Olvido, hágame usté el favor...) lleva un buen rato en la escena, también ha hecho cine. No se quita nunca las gafas oscuras ni la peineta andaluza. Ha caminado la legua, así que la plática puede ser fulminante. Me bebería todo un río con ella, hasta que me deje ver qué hay detrás de las gafas y de la peineta de concha, ¡olé mí mare!

3. Uma Thurman. La cosa sube de tono. Quentin Tarantino la considera la mejor rubia después de Mae West. Pues para mí, Quentin se queda cortito, aunque tuvo el chance de lucirla en la secuela de Kill Bill. Como actriz, no sé como evaluarla y la verdad, me importa un bledo; me conformo con ver en la pantalla a esa maravilla de mujer, flaca, rubia de mirada caida (caida, sin acento) de un azul profundo, seductor como solo las rubias pueden serlo, aunque les cuelguen todos los milagritos que quieran. Champagne para la señora, ¡rápido!.

2. Lorena Ochoa. De Lorenita ya he dicho mucho. Al grado de que una vez amenacé a mi consorte de suplir su foto de mi cartera por una de Lorena haciendo un swing (con el bastón). Ultimamente no ha estado ganando, y muchos lo atribuyen a que está enamorada, por consiguiente, anda pepenando mariposas, como diría mi apá. Creo que está bien. Quién haya estado enamorado alguna vez sabe perfectamente lo que se siente; es como mezclar marigüana con nembutal, pero bueno, por el bien del país, Lorena, quien ya nos acostumbró a ganar (por lo menos en el golf), tendrá que bajarse de la pesera del amor. Supongo que más adelante, se casará y tendrá hijitos y colorín colorado. Es una chica muy linda y muy amable, dicen los que la conocen personalmente. Una michelada para mí y para la niña una botellita de Evian, mejor vamos a jugar golf y que me de unos tips, ¿para qué platicar nimiedades?

1. Diana Krall. Estoy seguro que si afirmo que es la mejor jazzista femenina de la actualidad, el 99% de los 14 lectores segmentados de este blog dirán que sí. La nena canta como los propios ángeles, toca el piano y ella misma hace los arreglos, además es muy, pero muy guapa. Yo no lo sé, pero si sabe cocinar, entonces ES la mujer perfecta. Envidio al subnormal de su marido, Elvis Costello. Debe ser fantástico despertar todas las mañanas, escucharla cantar y que además ¡te lleve el desayuno a la cama!. Tal vez cuando se queja de que no le ha pasado la quincena o se fue la chacha, se lo dice sentada al piano y a ritmo de jazz.
Diana vino a Cancún una vez; fue en el Festival de Jazz del 2002 o 2003, no recuerdo con exactitud el año, la cosa es que la esperaba yo con tanta ilusión, que mi consorte me dio carta blanca para cualquier despliegue de mi amor por ella. El concierto era al aire libre, en un stage junto a la Playa, muy poético. Ahí estábamos, en la cuarta fila, mi compartida consorte y un grupo de amigos desde temprano; yo babeaba como perro de Pavlov. Por fin salió al escenario y comenzó a cantar "I'm An Errand Girl For Rhythm" y yo entre baba y baba le gritaba "Dayán, ai loviuuuuuuuu" y me desgañotaba todo, pero ¡qué importaba, estaba a escasos 10 metros de ella!, hizo una pausa, volví a gritar cuando comenzaba "I've got you under my skin" y noté que se zarandeó un poquito. Mi consorte tenía cara de "que hago yo casada con ESTE subnormal". Me dije para mis adentros, dos rolitas más y Dianita es mía. En eso comenzó a llover. Diana terminó la melodía abruptamente y solo dijo: Thanks, I'll back in a minut. Me quedé mojado y con cara de idiota más de treinta minuts mientras los demás tomaban cerveza en un quiosco de XXLager. No paró de llover y la Krall no volvió a salir. Si tuviera el chance de tomar una copa con ella (sin su marido, claro), le invitaría una margarita y le platicaría esto, estoy seguro de que le sacaría una sonrisa muy hermosa.

Solo queda la frialdad de los números
(parafraseando al Mago Septién):
De estas mujeres cinco son cantantes, una escritora, una extorera, una política, una actriz y una golfista. Cinco son mexicanas (Chavela tiene pasaporte y nacionalidad mexicana), Hay tres gringas y dos españolas. Siete de diez, son rubias (Paquita es rubia. No me consta ni me interesa averiguar si es rubia natural, pero cuenta como rubia). Por lo cuál se deduce que a la rubias les gira un poquito la piedrita y que, además, por eso me casé con una trigueña, para que me sigan gustando las rubias.