Michel Camilo

Michel Camilo es un dominicano que domina el piano y el jazz. Ha grabado infinidad de discos pero sin duda alguna, su disco Spain, a dueto con el guitarrista de flamenco Tomatito, es mi favorito.
El vídeo a continuación una joyita de su album Studio 54, va dedicado a los cuatro (o acaso, tres) fieles radioescuchas de Nocturno 22. Disfruten.

El efecto Bennett

Tengo una amiga que, cuando le pregunté si le gustaba el vino rojo me contestó que muy poco, pues si tomaba mucho era muy malo para sus piernas. Aduciendo algún problema de circulación le pregunté, ¿te duelen?, no, me contestó, se me abren.
Imagino que si yo fuera mujer… más que el vino, el efecto lo provocaría Tony Bennett. Todo indica que este extraordinario personaje, transporta al escucha a un estado absoluto de atarantamiento que combinado con algún fermento alcohólico y la pareja adecuada, puede provocar efectos catastróficos, como algún embarazo no deseado, por ejemplo.
Anthony Dominick Benedeto, nació en la periferia de Nueva York en 1926, ha deambulado en las fronteras del jazz, el pop y hasta el rock. Contrariamente a lo que mucha gente piensa, fue gran amigo y socio de Frank Sinatra. Tony sigue vivito y coleando, al grado de que se dio el lujo de hacer un unplugged para MTV a finales del siglo pasado y ha aparecido varias veces en el show de Los Simpsons, lo que por inferencia señala que las nuevas generaciones no son inmunes a su efecto. No cabe duda de que Bennett es único, como algún viejo y extraordinario vino.
Hoy es lunes y esta noche, en Nocturno 22, para nuestros acostumbrados cuatro radioescuchas, un poquito de Bennett cosecha 1995. Disfruten.

"Historia de un letrero"

Harto revuelo ha habido la semana pasada con el triunfo de un cortometraje mexicano en Cannes y el posterior "descubrimiento" de que se trataba de un plagio. Paso a los hechos: "Historia de un letrero", cortometraje del mexicano Alonso Álvarez Barrera, ganó la semana pasada el primer premio en el festival de Cannes 2008, en categoría especial (mucho ojo) votada por internet y organizada por el Office National du Film du Canada en asociación con Short Film Corner y You Tube. El cineasta ganador sufre ahora de una triste dicotomía; ni es cineasta ni es ganador.
Al momento de su triunfo, la prensa mexicana se desbordó en elogios, halagos y diversas loas para Alonso. Tanto López Dóriga como el novel Loret de Mola (para quien lee al Zorombático en Shrewsbury, Bostwana, Yokohama y Chicoutimi, explico: Joaquín López Dóriga y Carlos Loret de Mola, de Televisa, son nuestros dos periodistas más vistos, reconocidos y de altos vuelos) resaltaron las habilidades del muchacho de veinticuatro años que nunca fue aceptado en escuela de cine alguna en Ciudad de México y gana una competencia internacional del prestigio de Cannes.
A los pocos días, Loret de Mola anuncia: ¡Ha llegado a nuestra redacción un mail de un televidente (sic.), que nos dice que el ganador del premio en Cannes ha cometido un plagio y hay un vídeo igualito en You Tube, donde se demuestra que nuestro cineasta ganador de Cannes 2008 es un fraude! (oh, dioses del Olimpo, ¡Crucificadlo!). Y se le fue encima tan de fea manera en una entrevista que al otro día no le quedó más que pedir una disculpa pública. A nuestro héroe parecía que se le acababan muy rápido sus quince minutos de fama.
He visto y analizado el corto de Alonso y concluyo: es un corto extraordinario para alguien que nunca ha estudiado cine, donde "nunca" significa no haber tenido los criterios profesionales para hacer cinematografía y lo que ello implica. La historia tiene un buen manejo de planos, manejo de tiempo, está bien fotografiada y en pocas palabras, contiene lo que debe contener un cortometraje hecho por un profesional, inclusive algo que pocos logran: emotividad.
Vi también el corto cortísimo "Una limosna por favor" del español Francisco Cuenca (quien por cierto, comentó en entrevista para Reforma "la verdad es que no entiendo la polémica que esto ha generao") el cual me parece muy bueno pero no como corto, sino como un spot publicitario. Éste fue hecho hace dos años, con una temática fatalmente idéntica, para otro concurso por internet pero con otra visión comunicativa: el trabajo de Cuenca de treinta segundos va claro al punto, más parecido a un comercial que a un cortometraje. Alonso produce un verdadero cortometraje de más de seis minutos.
También entiendo que el argumento es del dominio público, es una fábula urbana, no se puede llamar plagio a una idea que es de una comunidad (aunque ésta pertenezca a un determinado segmento como los cineastas y los publicistas) porque alguien la toma y crea su propia versión. Entonces todos los autores que hablan del amor, de los celos, de la envidia y demás pasiones humanas ¿se plagian mutuamente?, ¿Shakespiare plagió a Cervantes y éste a su vez lo fue por Zorrilla quien a su vez fue plagiado por Borges y este por Hemingway, y así sucesivamente?, tal vez; nada es original. La originalidad es volver al origen, decía Antonio Gaudí (quien fue plagiado por Le Curbusier).
Ayer salió una nota en el Diario de Yucatán donde Alonso afirma que no renunciará al premio y también que Cannes se lo ha ratificado: pronto le llegará su Laptop y una cámara profesional. Queda la historia de siempre; mexicanos denostando a mexicanos: los medios escandalizando en lugar de informar y ser imparciales. Alonso merece su triunfo porque trabajó en un proyecto y logró su meta, aunque haya cometido el infausto error de poner el crédito de "escritor" por "adaptador" en su filme. Vergüenza debería darle al niño bonito Loret de Mola quien más que un informador, juega el rol de escandalizador.

Cliquea aquí para el corto "Historia de un letrero", o aquí para el spot de Cuenca.
Si quieres ver el chisme completo, incluidas las entrevistas de Alonso con Loret, y su estúpida disculpa, cliquea aquí.