lunes, 8 de diciembre de 2008

El indulto


Un domingo de hace mucho, cuando yo era un chavalillo de siete años, me enteré de lo que era un indulto de un toro bravo. Mis padres regresaron de los toros y nos recogieron a mis hermanas y a mí en casa de la abuela, dónde nos habían dejado encargados a falta de boletos. Mi madre me lo contó todo: a un toro bravo, bravísimo, se le había perdonado la vida. Y mi madre se desgranó en una prosa deliciosa explicándome los avatares por los que pasa un toro de lidia para demostrar su clase y categoría, para que en diez o quince minutos, el matador sea el sinodal implacable que le ha de perdonar la vida, haciendo que el animal vuelva al campo, victorioso, a padrear sus vacas.
Pasaron los años y vi muchas corridas de toros y algunos indultos. El que más recuerdo fue aquel toro de nombre "Samurai", de Begoña, indultado por Pedro Moya "Er niño de la capea", en 1986. Era un torazo castaño, ojo de perdiz y rebarbo. El "paisano" lo brindó a Pedro Vargas, que estaba en una lumbrera de sombra, viendo una corrida en homenaje suyo. Toro y torero se convirtieron en colaboradores perfectos de una obra maestra. El indulto era más que merecido y el Capea quedó en lo que demostró siempre en la México, un maestro. Al otro día, mientras "Samurai" era atendido para curar sus heridas y regresar a la ganadería, casi mata a un vaquero cuando se salió por un descuido del tranquero. Las imágenes fueron capturadas por el inolvidable cronista y escritor José Alameda.
Otra imagen famosa fue la de aquel toro de Manolo Martínez, "Zalamero", indultado por Manolo Mejía, en 1994. Cuando días después, ganadero y matador van a "visitar" a Zalamero a las corraletas de la plaza, donde el toro convalecía, Mejía sale del burladero y Zalamero, a tres metros del torero se lo queda viendo, mansamente, como diciendo "yo te conozco, amigo..."
Pero la más entrañable de todas para mí, fue aquella transmitida por el ingeniero Téllez en su programa Toros y Toreros: "Amoroso" de Mimiahuápam, indultado por Manolo Martínez, saliendo de su cajón y pisando tierra en su ganadería: el animal, totalmente recuperado de sus heridas, sanote y con cara de felicidad, se reunía con un puñado de vacas que lo esperaban, coquetas, para que él padreara por el resto de su vida. ¡Eso es vida!
Ayer sucedió el doble milagro de la tauromaquia: ver un toro bravo de verdad y la maravilla del indulto. El toro se llamó "Pa'enero" y fue de Xajay. Se lidió en cuarto lugar y correspondió en suerte al moreliano Fernando Ochoa. El animal fue bravo desde su salida, tomó dos varas con fijeza y provocó dos tumbos. Con la muleta, "Pa'enero" fue con bravura y temperamento por ambos lados, derrochando la nobleza de los toros bravos criados por los señores Sordo Madaleno. La faena de Ochoa a mí no me dijo nada; el toro, el bravísimo y noble "Pa'enero", lo fue todo. Cuando Ochoa se perfilaba a matar, el juez dio la orden del indulto. No hay imagen más bella y sobrecogedora que ver al animal, volver victorioso por la puerta de toriles, con su bravura a tope, como un gladiador enorme.
Ochoa dijo "me hubiera gustado matarlo"; pobrecillo aprendiz de torero, aún no sabe que primero debe agradecer la bendición de la bravura de ese toro que, en un descuido, le dará fama y más corridas.

La foto es de Manón, a guisa de no haber encontrado una real de "Pa'enero", ya que todos los reporteros han publicado fotos de Ochoa. Dejo también el enlace a la ganadería de Xajay, para que los antitaurinos que van a dejar improperios en los comentarios, tengan una idea de lo que es "crear" un toro bravo.

3 comentarios:

La Nena Mounstro dijo...

sabe lo que opinio de su aficiòn, la respeto pero no la comparto, aun asi me gusto el post , donde a nosotros los toros nos engrandecen.
Y hay q aprender algo de ellos, la nobleza , ellos son los que les perdonan la vida a todos esos capoteadores , el toro sieempre tratara de perdonarle la vida a su asesino, a veces se le puede ir la mano, pero es tan noble que el 99% de las veces el que se entrega es el.

No son los toreros los grandes y magnificos, aqui los perdonavidas son los toros.

Jajaja me encanto el " ahora ese toro bravo y fuerte va a poder padrotearse a todas las vacas de por vida" jjajajaja

Octavio dijo...

No sé por qué me salté este post ( bueno sí, por güey, por qué más).

Dos cosas gracias el enlace a la web de Xajay.
La otra, me gustó el comentario de "la Nena Mounstruo", es el toro, especialmente el mexicano, el gran "perdonavidas". También dice la Nena Mounstruo que hay "...q aprender algo de ellos, la nobleza...".

Al tiempo que leía recordaba un magnífico arículo de Pérez-Reverte sobre toros, en el que dice:

"...Los toros nacen ... para morir matando, si pueden; ... Un toro nace para pelear con la fuerza de su casta y su bravura, dando a todos, incluso a quien lo mata, una lección de vida y de coraje. Por eso es necesario que mueran toreros, de vez en cuando. Es la prueba, el contraste de ley. Si la muerte no jugase la partida de modo equitativo, el espectáculo taurino sería sólo un espectáculo; no el rito trágico y fascinante que permite al observador atento asomarse a los misterios extremos de la vida" (http://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_edicion=3067&id_firma=6090)


Y creo sólo se puede poner de pero que la muerte ya no juega de modo equitativo. No es que uno lo desee pero cuántas cogidas se ven y ni un puntazo se lleva el torero, cuánto hace que un toro no mata a un torero. No se desea pero acaso es de justicia...

Ya, lo último, y siguiendo con la lección de la Nena...es tan noble el animal que no "padrotea" a las vacas sólo "padrea" (preña) un harén.

Miguel Miranda dijo...

Olé por ustedes dos!!!

No cabe duda que lo que más me gusta de mi blog son mis lectores.

Nena Mostra, que comentario tan lindo y respetuoso dejó esta vez. No cabe duda que usté es una persona lúcida, tolerante e inteligente.

Callao: gracias por el artículo de Pérez Reverte, uno de mis favoritos como escritor y como persona inteligente y cabal. Qué bueno que leiste el post, me estaba preocupando de que no lo hicieras.

Oiga Nena Mostra, me encantó lo del toro "padrotón" jajaja, pero como bien apunta Callao, viene del verbo "padrear", de ahí, el mexicanísimo "padrote" una de esas palabrejas que se han enquistado a la fiesta taurina a través de la historia, y se han convertido en caló que ha trascendido al lenguaje cotidiano.

Pongo el enlace nuevamente del artículo de Reverte por si no lo puede ver:

http://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_edicion=3727&id_firma=6090

Un abrazo a los dos.