jueves, 10 de julio de 2008

Santa Lorena



Para mí es una santita. Es única, es nuestra Tiger Woods en mujer; mexicanísima, de Guadalajara, representante de lo mejor que tenemos. Una muchachita que decidió desde pequeña qué era lo que iba a hacer y ha sido congruente en ello, pues es la mejor. Lorena Ochoa es una mujer con valores, de familia, de raíces.
A sus veintiséis años ha conquistado todo lo conquistable, es la número uno indiscutible del mundo y no ha entrado al salón de la fama porque, a pesar de tener todos los requisitos, tiene que cumplir treinta años para poder ingresar.
Ha ganado todo lo ganable, digamos que sus ganancias dan por mucho, lo suficiente para que ella y sus descendientes vivan tranquilos y sin pasar penurias. No conforme, tiene una fundación donde genera ayuda para niños que no tienen lo que ella tuvo. Incluidas las clases de golf.
La ilustración que publico apareció en coloradoavidgolfer, sitio que al final, tuvo que pedir disculpas por la "majadería". Particularmente me pareció una metáfora divina; la golfista, reina de México, con su gorrita de Banamex y toda la cosa; la mujer que, a nivel deportivo, en este momento inspira a los mexicanos. La mujer mágica que triunfa en un juego no habitual del común de los sus compatriotas, sacrificada por su deporte y por su país. Respeto mucho las creencias de cada quién, pero para mí, Lorena es extraordinaria y la ilustración es una alegoría de su trayectoria, toda proporción guardada con los santitos "de carne y hueso".
La nota completa apareció en La Jornada y pueden verla clicando aquí.

3 comentarios:

LUCAS dijo...

Ja, para un zorombático golfero si es la santa de su devoción. Y es de regocijarse que haya llegado hasta donde lo ha logrado, sin mas análisis. Eso de que sea la única sería denostar su esfuerzo pues ha habido muchas únicas y son orgullo nacional. Quisiera yo que hubiese millones de únicos pero no queremos.

Y a ver si es que no te piden que te disculpes por reproducir la ilustración.

Anónimo dijo...

Si bien siempre he creído en lo que escribió George Bernal Shaw en “Man and Superman”:
“… esos jugadores de cricket a quienes la edad les trae el golf en lugar de la sabiduría (sobre los aristócratas ingleses).”
Admito sinceramente que la capacidad de escritura y gozo de la palabra del Zorombático contradice lo dicho por Shaw, lo cierto es que la duda, la cosquilla permanece en mí; ¿cuál es el afán de vanagloriar a deportistas que decidieron hacer del juego su centro de vida, cómo puedes convertir el placer del juego en el análogo terrorífico de la ganancia laboral, del reto creativo, de la forma adulta de retar la adversidad?
Lo cierto es que la única obligación que tenemos es ser felices, habrá que preguntarle a Lorena…

Miguel Miranda dijo...

Aunque te contestas tu solita al final, Maribel, la respuesta que yo te puedo dar es que el juego puede ser tomado como un trabajo y seguir siendo un juego. Sería maravilloso que trabajaramos como si jugaramos y hubiera real disfrute en ello. Somos pocos los que podemos decir que disfrutamos lo que hacemos. Desafortunadamente pesa sobre muchas sociedades el paradigma del sufrimiento laboral.