domingo, 20 de julio de 2008

Rosas en el mar



La otra noche dieron la noticia en la tele de un minisubmarino interceptado en costas oaxaqueñas. El ejército mexicano capturó a cuatro colombianos que no opusieron resistencia, pero hasta ese momento se desconocía lo que contenía el aparato. Me fui a dormir y soñé, en episodios, lo que podía contener el artilugio.
Tripulaba yo el aparato con cincuenta mil quinientas veintitrés cervezas de botella, navegaba en aguas tranquilas cuando de repente el aparato comenzaba a hacer agua; yo sudaba frío, sentía mucho calor y una angustia terrible de perder el cargamento; hacía todo lo que podía, buscaba la manera de taponear los boquetes por donde el navío permitía el factible hundimiento, en el momento de quitarme la playera para tapar el hueco, preso de un sudor frío que recorría mi cuerpo, desperté. Fui al baño. Volví a dormir.
De repente me vi navegando en un aparato del cual salían mangueras que limpiaban el mar; andaba yo feliz por los siete mares, limpiando todos los derrames petroleros, sacando latas de cerveza y hasta pañales desechables. Conforme seguía navegando, las mangueras se replegaban una vez que los mares iban quedando límpidos y claros. Me dio sed y me dirigí al interior del navío para buscar alguna cerveza olvidada del otro sueño, pero cuál va a ser mi sorpresa cuando veo que entre el cargamento, se encontraban varias toneladas de buenas ideas; todas ellas estaban empacadas y numeradas y se podía leer una etiqueta de su contenido: "Ideas concisas para la reforma petrolera, 1.5 tons, entregar en el Senado de la República", era un fardo grande y pesado, después vi otro más: "Ideas firmes para liberar al país de pejelagartos, tepocatas y vívoras prietas, 4 toneladas, manéjese con cuidado", junto había otro más: "Ideas precisas para salvar al país de un hundimiento inminente, 880 kg", a este paquete, que no era tan voluminoso como los otros, estaban amarradas unos huacalitos que tenían escrito "Educación" y "Valores". Quedé perplejo, hasta que desperté de nuevo, mi mujer había encendido la tele y estaba el noticiero: el mini sub verde seguía ahí y contenía diez toneladas de cocaína.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Menos mal que no se hundió!
Mira que el contenido de tu sueño es demasiado real para mantenerse a flote...