Ayer fue 15 de septiembre y le envié un mail a mi prima Nana. Le comentaba que era la noche a la víspera de las fiestas de Independencia en México, pero que estaba enojado con la situación que estábamos viviendo los mexicanos; inseguridad, secuestros, impunidad, crimen, narcotráfico exacerbado. Vi la ceremonia del grito en el Zócalo capitalino por televisión y me dormí.
Hoy he amanecido con una desesperanza que me invade. Un ataque terrorista en Morelia ha matado a nueve personas y dejado heridas a más de cien.
Uno o varios imbéciles han estallado granadas de fragmentación en pleno festejo del "grito" de la independencia, justo cuando el gobernador del estado de Michoacán terminaba de arengar a la población reunida en la plaza de la ciudad de Morelia.
A el "grito", que es una tradición desde los tiempos de Santana en las postrimerías del siglo XIX, va gente del pueblo. Junto con la navidad y el día de la Virgen de Guadalupe, me atrevo a decir que es uno de los días más importantes para los mexicanos.
Justo la noche del grito, sobreviene el primer ataque terrorista a civiles en nuestro país.
Ha muerto gente del pueblo, gente inocente que tal vez no tenía dinero para comprar una botella de tequila y hacer una fiesta en su casa convidando a sus amigos. Gente que decidió quedarse en Morelia antes de emigrar a Estados Unidos*. Murieron sin saber por qué, y su sangre se derrama sin ninguna causa, sin bandera, bajo las esquirlas de granadas anónimas, cobardes, asesinas. ¿Cuántos más habrán de morir?, ¿de qué ha servido la "lucha" del gobierno ante la inseguridad?, ¿cuándo va a recuperar el control -si es que algún día lo tuvo-?, ¿quién o quienes están detrás de todo esto?. No lo sé, tal vez nunca lo sabremos, pero a partir de hoy, la sociedad civil ha perdido la última reserva de inocencia.
Hoy estoy muy triste. Pero también muy enojado.
*Michoacán es el estado con mayor índice de migración a Estados Unidos.
5 comentarios:
Mi estimado Profesó: Es no solo sencillo unirse a tu indiganción, es absolutamente necesario. No puede quedar ningún individuo de ésta nación que se enorgullesca de ser mexicano, que se esconda y no participe de la furia que hoy nos hace hervir la sangre. Quien se esconda, debe ser considerado parte de la escoria que ha lastimado tanto a nuestra sociedad. Quien no se indigne merece ser tratado igual que a los malnacidos que ordenaron o hicieron daño a México. Quien no se sume a terminar con la podredumbre que hoy amenaza con deteriorar ésta nación, debe ser amputado como se hace al cortar un dedo para salvar a todo el organismo. Sea tu vecino, un desconocido, un político, un policía, un militar, un diplomatico, sea quien sea que por abuso o inacción hoy no participe de una prounda depuración, merece una muerte en vida: esos, a meterlos a una isla desierta, al final de los mares mexicanos y ser olvidados, abandonados a su suerte pues son indignos de vivir en sociedad.
He dicho y he dicho bien. Al igual que tú.
yo honestamente le digo algo? a veces pienso por que no naci en otro lado del mundo....la mayor parte del tiempo me da mucha pena ser mexicana
me entere de esta noticia a medias, de lejos,cuando veo que en la tele pasan algo asi , ASAP le cambio...vivo en la negacion
Mi querido Miguel,
Siento mucho lo que esta pasando en Mexico, tu hermoso pais esta pasando por momentos de dolor y pena, verguenza y rabia. Silencio? NO, te admiro porque al menos desde aqui estas dando tu grito de protesta y de alguna manera estas contribuyendo para despertar antes de que la pesadilla los consuma...como paso en Colombia.....los colombianos estamos tan acostumbrados a ver nuestra sangre derramada, flagelados por el secuestro, el terrorismo, el narcotrafico, la corrupcion, nuestra alma se congelo en el tiempo y hemos callado porque al que habla le asesinan, llevamos 40 años asi y pocos son los atrevidos...por eso nuestra nacion es un alma que vaga por el mundo ensangrentada, avergonzada, y lo peor, en silencio. Que todos hablen! que todos griten! que la violencia no les corrompa el espiritu! Mientras tanto, un grito, solo uno, ayudara a pasar este dolor.
El terrorismo siempre tendrá una excusa, en apariencia sacrosanta, para ejecutar el horror. "La violencia de arriba", "la reivindicación patriótica", cualquier slogan rimbombante y con pátina de corrección política. Así en Colombia como en el País Vasco o Irak.
No silenciar estos hechos, no dejarse ganar por la indiferencia, es quizá la única manera que tenemos los ciudadanos comunes de oponernos a estos seres (llamarlos animales sería un insulto para las bestias).
Y tampoco hay que aceptar los justificativos del tipo "el ataque es criticable, pero hay pobreza (o reclamos no atendidos o lo que sea)".
Saludos desde el extremo austral del continente.
Lucas, gracias por pasar. Ojalá la solución fuera como una amputación. El mundo sería otro.
Nena Mostra, aunque no lo crea, a veces pienso como usté, pero mientras viva en suelo mexicano, no me queda más que apoquinar.
Querídísima Nana, Colombia, después de todo, está librando una batalla que comienza poco a poco a rendir frutos, y el esfuerzo mayormente ha venido de la sociedad civil. Yo lo he visto.
Tocayo Mastroscello, bienvenido a este tu blog, espero verte seguido por acá. Comparto totalmente tu comentario y un abrazo bien austral.
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