Mi agüelita decía que al perro más flaco siempre se le pegaban más pulgas. Hoy el dolor para los haitianos debe ser inmenso, y más que eso, la incertidumbre del día después. En una tragedia como ésta, lo peor siempre viene después de lo peor.
He vivido muchos terremotos, durante mi vida de chilango me tocaron muchos y a todas horas; en la madrugada cuando se cayó la Ibero, en la escuela en el sismo de 1982, y el más grande de todos, el de 1985. Lo sentí y lo viví. También sobreviví, ya como caribeño, el huracán Wilma en Cancún, hace más de cuatro años. He vivido tragedias en mi comodidad de clasemediero, en la asepsia del "todo se va a componer", en la tranquilidad que da el Plan DN3.
La diferencia de nosotros los mexicanos es que vivimos, pese a quien le pese, en una república federada que aún con todas las deficiencias de país bananero, funciona. El Ejército Mexicano funciona, las instituciones caminan y la gente, a pesar de todas las diferencias posibles, se une y se solidariza con los afectados. La adversidad nos ha enseñado a levantarnos y ayudarnos.
Haití no tiene pies ni cabeza. El país más pobre de América no tiene un ejército que lo salvaguarde ni instituciones que lo apuntalen. La situación de los isleños es la más precaria de las últimas tragedias; si antes del terremoto los haitianos vivían de manera paupérrima, imaginemos ahora un país donde el propio Primer Ministro ha perdido su techo, donde no hay hospitales ni torre de control en el aeropuerto, no hay organización ni logística alguna en la ayuda. Imaginemos pues, el caos. Y falta lo peor.
Ayudemos con lo que sea y como sea. Todos podemos aún con un peso. Si el mundo no ayuda a Haití, prevalecerá el caos, la inconsciencia y la deshumanización. Dicen que el buen juez por su casa empieza, y hay quien opina que habrá que ayudar a los damnificados por los fríos en Chihuahua y Zacatecas, que no creo que sean tantos como los tres millones de haitianos que han quedado heridos, sin hogar, sin nada.
Después de todo, una tragedia como esta nos da la oportunidad de reivindicarnos como seres solidarios. Como hermanos. Como humanos.
Centros de acopio en Cancún: Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID) y Cruz Roja (Av. Cobá).
4 comentarios:
Al ver las imágenes de la isla en donde sea que las vea, la tele, peri´podico, mi cabeza, no puedo evitar sentir un hormigueo desagradable del que me quisiera deshacer. Me qisiera deshacer de él enviando todo lo que tengo en mi casa a los centros de acopio, quisiera estar segura que en verdad llegaran.
Zorombas, como siempre, eres un farolito de razón. EStos días me ha jodido mucho cómo hay gente que critica a quienes ayudan porque no lo hacen con Iztapalapa (juro que leí ese reclamo en el Reforma), o a los estados norteños que ahora padecen la racha del frío.
Jodidas nuestras instituciones, pero ahí están. Jodido nuestro país, pero funciona.
Nats, no se me preocupe. Ocúpese. Eso decía mi papá. Lo que ya no está en nuestras manos no lo podemos controlar. Si ya donó, si ya rezó, si ya le pidió al ser superior por los vecinos... ahora confíe en los demás.
Me han impresionado (aterrado) las imágenes de las pilas de cadáveres, hacinados como leña. Y la foto de un hombre lanzando por el aire el cuerpo de un niño para aumentar el montón es desgarradora. Aún en la muerte debiera haber dignidad para los cuerpos de seres humanos. El trato a los muertos, por muy desesperada que sea la situación, habla del estado mental de los haitianos. Y lo digo con todo respeto, pero creo que tantos años de vivir en la miseria material y moral los ha devastado, aún antes de esta tragedia. Ayudemos, como sea, pero ayudemos.
Entre más grande es la desigualdad más se agudiza la injustica... No recuerdo quién dijo esto. Lo cierto es que, la injusticia impera también en los desastres naturales y la bestialidad con que los humanos se arrebatan las "riquezas" se vuelve transparente.
Pero el dolor y la tristeza es el mismo, siempre calará lo más profundo, lo más digno, es donde el reclamo de solidaridad se manifiesta, quien responde estoy segura, ayuda a que la bestialidad rapaz de algunos se debilite y crezca una nueva "humanidad"...
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