Te fuiste sin avisar. Muy rápido. Irremediablemente.
Tan rápido que todavía puedo escuchar tu voz al teléfono en mi oído. Tu risa. Tu voz de siempre, de amiga, de madre, de consejera. Tu voz solidaria.
Te fuiste muy rápido, pero dejas un recuerdo muy hondo. Querida amiga. Tu terquedad me regaló a la mujer que amo y con quien vivo. Querida siempre.
Y ahora, que comienzo a asimilar la naturalidad de tu partida, me queda tu póstuma lección; vivir como nunca, vivir como si fuese el último día y nunca olvidar decir "te quiero mucho".
2 comentarios:
nada es para siempre, disfrute a todos los que lo rodean. y también todo lo que haga. suerte.
Prof!, dando vueltas por su blog encontré este hermoso pensamiento, me gusta mucho el arte de su tintero para narrar su realidad! excelentes entradas :)
Que tenga bonito fin... nos vemos para el examen...
Ivette Camberos
pd. No puedo olvidar mi frase: "crea fama y échate a pintar" jajaja
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